lunes, 7 de julio de 2008

Antes de ir a dormir

Hoy tuve un día largo y satisfactorio, este día fue la culminación del logro de acciones realizadas la semana pasada. Recibí un premio, mejor dicho una validación por haber participado en una competencia de libros de superación personal. A pesar de ser un equipo de poco más de 12 personas logramos vencer a gente de Rusia, Irlanda y otros puntos geográficos del globo en donde los equipos eran más grandes. Por segunda vez en la historia y por segunda vez consecutiva el equipo de Costa Rica consiguió ganar el primer lugar a nivel mundial.

Todo esto me llevó a la conclusión de que muchas veces el tamaño no importa. Lo grande o pequeño que sea un grupo pocas veces tiene mucho que ver, lo más importante es tener la visión de lo que se quiere lograr, tener un propósito de altura estelar, tener una meta que conlleve la supervivencia para muchos y de muchas maneras.

Hoy antes de ir a dormir puedo decir que me voy a la cama con la mayor satisfacción de todas: la de haber cumplido una meta a pesar del tiempo, a pesar de mis propias ideas estúpidas de que no podía, a pesar de que sobre la marcha tuve alguna que otra desesperación, a pesar de muchas otras cosas que ni siquiera merecen mención...

Hoy fue un día de cosecha.

Mañana vendrán nuevos retos, nuevos instantes para sembrar, nuevas aventuras, nuevos problemas, nuevas alegrías, alguno que otro sinsabor pasajero, todo un cúmulo de vivencias aleatorias, impredecibles, pasajeras. Después de todo esto es el material del que está hecha la vida. Lo unico que hay que hacer es seguir el camino y vivirla.

Buenas noches.

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